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Foto del escritorFacu Cruz

Siempre gana Orbán

Actualizado: 14 feb 2022

Esta semana Franco Delle Donne conversó con Ruth Ferrero en el cierre de temporada de

Epidemia Ultra. El caso: la Hungría de Viktor Orbán. Un punto clave de su consolidación fue el cambio del sistema electoral en 2012. Quiero contar qué pasó ahí.

Hasta las elecciones de 2010 el sistema electoral vigente era el implementado en 1989 en pleno desmoronamiento del régimen soviético. Ya de por sí era bastante complicado en su momento. La asamblea nacional se componía de 386 bancas, un número bastante grande que permitía el ingreso de partidos medianos y chicos. Cada votante (optativo, no obligatorio) contaba con 2 votos: uno distrital (1) y uno regional (2). Algo parecido a Alemania, que es más conocido.


El (1) correspondía a las bancas de distrito uninominal donde el que ganaba se llevaba el cargo: sistema mayoritario clásico, first past the post (FPTP). Así se asignaban 176 bancas de la asamblea.

Pero no tan rápido: para que alguien gane tenía que:

  • A) Sacar el 50% de los votos (mayoría absoluta);

  • B) Y que la partición electoral en el distrito sea del 50%. Si no pasaba A) o B), entonces había 2da vuelta entre los 1ros 3 candidatos + cualquiera con + de 15% de votos.

En la segunda vuelta para que alguno de los candidatos en pie ganara tenía que:

  • A) Sacar más votos que sus rivales (mayoría simple);

  • B) Que vote al menos el 25% del electorado. Si había empate en votos o la participación era - de 25%, entonces la banca quedaba vacante. Loco, ¿no?

El (2) era un voto regional en los 20 distritos electorales que coincidían con los condados. En total se asignaban 152 bancas en magnitudes de distrito que variaban entre 4 (media-baja) y 28 (muy alta). La media de la magnitud era 6 (media).


El umbral legal para acceder al reparto de bancas era del 5% de los votos distritales. Si se armaba una coalición entre 2, entonces el piso subía al 10%. Si se juntaban 3 o más, al 15%. Para evitar las avivadas, vió.

Para asignar las bancas se usaba la fórmula Hagenbach-Bischoff (no se preocupen en pronunciarla, digan HB), que es de las familias de las fórmulas de cociente. La D'Hont, hiperconocida, es una fórmula, que se suele decir, de promedio. Esto es para fans nomás, como yo.

Digamos para resumir que la HB es un poco + proporcional que la D'Hont cuando la magnitud es grande, ya sea la de distrito o la de la asamblea si hay 1 distrito único (Israel, Países Bajos). La HB reparte entre más partidos las bancas y tiene menos sesgo mayoritario. Los chicos y medianos.


Acá viene lo complicado: con este sistema de reparto había bancas que sobraban (llamadas nacionales). Para llegar a las 386 de la asamblea, el sistema de 1989-2012 consideraba una 3ra instancia para repartir las 58 restantes. Acá aplicaba el mismo umbral legal que en (2).


¿Quiénes podían acceder a éstas? Aquellos partidos que (I) no pasaran a la segunda ronda en el voto (1) y (II) aquellos cuyos votos no hubieran sido "usados" en la asignación de bancas en (2). También se suman las bancas que quedan vacantes por la regla loca de la 2da vuelta.

Es medio un despelote esto, asique simplemente digamos que estas bancas nacionales estaban pensadas para compensar a perdedores de los otras instancias de votación: partidos chicos, minorías étnicas y religiosas dispersas, partidos regionalmente concentrados. Había para todos.

El sistema así diseñado favorecía a partidos nacionales, grandes y competitivos, pero también compensaba a candidatos independientes (aunque pocos accedían a bancas), partidos regionales, chicos y étnicos. El gobierno era mayoritario, sólido y legítimo, pero la minoría tenía voz.

¿Qué hizo el crack (?) de Viktor? Pensó que el sistema era demasiado bueno para todos los húngaros y cambió todas las reglas del juego para que sea para él solo: magnitudes, distritos, fórmulas y requisitos de participación. Haber ganado 2/3 de la asamblea en 2010 lo envalentonó. Lo primero fue achicar el tamaño de la asamblea: bajó de 386 a 199 pero manteniendo el sistema de doble voto. Menos para repartir entre los competidores. De esas 199, 106 son hoy en día mayoritarias (1) (70 bancas -) y 93 son regionales (2) (59 bancas -). Para el voto (1) redefinió los distritos electorales: dada la reducción, juntó distritos. Para el voto (2) se redujeron la cantidad de bancas asignados a los 20 condados que ofician de distritos electorales. Menos bancas, magnitudes más chicas, menos chances para los pequeños.


Pero se sintió un poco progre e implementó la posibilidad de que minorías étnicas reconocidas por el Estado húngaro pudieran presentar listas llamadas "listas étnicas minoritarias". Solo las pueden votar quienes se reconocen como tal y sus votos se cuentan aparte. Para ganar alguna banca tienen que superar el 5% del umbral a nivel distrital. En caso de que no lo logren, pueden enviar a la asamblea nacional un vocero ("spokesman") con, justamente, voz pero no voto. Chau a lo progre.


El último cambio grande fue dejar la fórmula HB para la asignación de bancas regionales (voto (2)) y cambiarla por la D'Hont. Tal como comenté antes, en magnitudes bajas el cambio no se nota pero a medida que crece sí. También sacó los requisitos mínimos de participación como criterio de asignación de bancas uninominales (voto (1)).Lo que no tocó fue la regla del umbral para acceder a las bancas regionales (junto con la sumatoria en caso de coaliciones) (voto 2).


En resumen, aprovechó para reducir las chances de que partidos opositores, chicos, regionales, étnicos y territorialmente concentrados tuvieran menos chances contra sus propios candidatos oficialistas. Cuanto hay menos para repartir, un gobierno fuerte gana más.

El resultado fue este. Tomado de Wikipedia acá pueden ver las asambleas nacionales de Hungría desde el retorno a la democracia en 1990 hasta la última elección en 2018. Como verán, cuando la mancha naranja (Fidesz) entra lo hace con fuerza, y se queda.



La reducción de la cantidad de bancas en juego y la política de redistritado fueron elementos clave en el proceso de consolidación de Viktor Orbán en el poder. Esto se puede ver claro en la votación de los distritos uninominales (voto (1)).


Vean como a medida que se consolidó fue desplazando a los socialistas (MSZP) del oeste y de Budapest (el mapa más chico). Con la unificación de distritos terminó de asestar el golpe para su principal competidor (y como dice el episodio, sus enemigos acérrimos).


En fin, quedó un poco largo. Pero me limé cuando escuché el episodio de Epidemia Ultra

y me quedé pensando toda la mañana cuál había sido la reforma junto con su impacto. De este análisis veloz creo que fue pilar clave de la consolidación de su proyecto autoritario.


Recomiendo lectura de "Hungary´s two-vote´electoral system", paper de Kenneth Benoit sobre el viejo sistema electoral. Junto a este paper de Nathan Schackow que analiza la reforma de Orbán junto a otros datos muy interesantes sobre comportamiento electoral en Hungría.


Para agregar a lo analizado ayer acá se pueden ver 2 gráficos comparando % de votos vs. % de bancas obtenidas. El primero es con el sistema electoral de 1989, el segundo con la reforma de Orbán del 2012. Las barras se leen de a pares: la 1ra % de votos, la 2da % de bancas.

Acá pueden ver todos los partidos que compitieron desde 1990 aplicando una clasificación de familia de partidos para ver a que ideología se asocia cada uno.


Una forma usual de evaluar la proporcionalidad de los sistemas electorales es comparar ambos porcentajes. Tal como se puede ver, con el sistema electoral de 1989 la asignación de bancas era bastante proporcional a la cantidad de votos recibidos por cada partido.

Salvo en las elecciones de 1994 para el MSZP, donde los socialistas obtuvieron el 32,99% de los votos y el 54,15% de las bancas. Por fuera de esta particularidad, todas las barras para cada partido en las demás elecciones son bastante parejas.


La tentación de Orbán estuvo en las elecciones de 2010: ahí obtuvo un premio del 14% (52,73% de votos y 68,13% de bancas). Envalentonado, la reforma electoral de 2012 ratificó el sesgo mayoritario del nuevo sistema.


En las dos elecciones siguientes FIDESZ obtuvo un premio en bancas entre 17 y 22 puntos por encima de sus votos. Y todos sus rivales, claro, menos % de bancas que % de votos obtenidos. Redondo le salió.


Además de comparar % de votos vs. % de bancas hay indicados que miden la desproporcionalidad de los sistemas electorales en la asignación de bancas parlamentarias. Acá aplico dos: Loosemore–Hanby (LyH) y Gallagher (más preciso que LyH).


Acá pueden ver la evolución de ambos índices desde 1990 a 2018. Tal como adelanté la elección de 1994 mantenía niveles relativamente altos de desproporcionalidad dada la victoria arrasadora de los socialistas. Con el correr de los años va cayendo por debajo del 10% y cerca del 5%.


Esto significa que las elecciones celebradas hasta el 2006 inclusive fueron muy proporcionales en la asignación de cargos y tan solo un porcentaje muy bajo fueron asignadas por encima de los votos obtenidos. El salto vuelve a darse en 2010 cuando Orbán se envalentona y se consolida con el nuevos sistema electoral de 2012. Solo hubo una leve caída en 2014 con la primera aplicación del sistema. Esto es una sorpresa.


Acá dejo la base de datos abierta para quien quiera jugar un poco. Están todos tomados de

Wikipedia.


Facundo Cruz es politólogo; coordinador académico de Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Argentina de la Empresa; director del Grupo de Investigación "Coaliciones políticas en América Latina: análisis en perspectiva multinivel"; y autor de "Socios Pero No Tanto".


Este post es el resultado de un hilo en Twitter que Facundo nos permitió publicar en este blog. Aquí el original: https://twitter.com/facucruz/status/1357075118007201794

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